Escenógrafo y arquitecto, estudió en la Architectural Assosiation School of Architecture, y acabó siendo uno de los máximos representantes de la puesta en escena de los grandes conciertos de rock.
En los años 70, el negocio de las grandes giras de rock dio un salto cuantitativo. Se pasó de los teatros y polideportivos, a los estadios y otros recintos al aire libre. Fue entonces, en 1965, cuando Mark asistió siendo muy joven a un concierto de los Beatles que aconteció en el Shea Stadium. Se dio cuenta de que la teatralidad y la grandeza podían controlarse. Su afán por explotar su creatividad más allá de la arquitectura convencional, le llevo a probar en la escenografía teatral, musical…